LARGO FIN DE SEMANA
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Uno más dentro de la mediocridad general. Somos uno más. Aunque con cierta, y tenue, diferencia con los otros; nos reconocemos mediocres. Sabemos que no nos dan las habilidades retóricas para escribir crónicas en “Crítica de la Argentina”, “columnas en “El Universo” de Guayaquil o aditoriales ingeniosos en “La Sonrisa de la Hiena”, lo sabemos certeramente. Entonces, hacemos con total tranquilidad lo mejor que podemos: tratar de hilvanar más o menos trescientas palabras sobre cualquier cosa para el único medio gráfico que aún nos soporta, “The Time... de las dos provincias”. Aunque ésta vez haya llegado tarde para el número, que no salió, del fin de semana y esta crónica quizás nunca se publique en el periódico por desactualizada....
Así es que, por ejemplo hoy, en plena madrugada“santa” según todavía mucha gente, me siento frente al teclado de la compu tratando de escribir sobre el fin de semana largo que transitamos... y sobre las mini vacaciones que un grupo de afortunados puede disfrutar. Y entonces, lo que muchos no hacen, me pregunto: ¿porqué tanto feriado?, y de la respuesta a eso surge la paradoja: como bien se sabe estos días de ocio pagados y legítimos, donde abundan los asados, las salidas, y los partidos de bochas y futbol son conmemorativos de algo, por un lado se recuerda el asesinato del casi ignorado Jesús, un nacido hebreo (igual hubiese podido ser piamontés o anglo) que pregonó toda su corta vida la igualdad entre los desposeídos y los opulentos, entre los negros y los blancos, entre los enfermos y los sanos, entre los políticos y los del pueblo. Y a eso se le suma, en cuanto a los feriados éstos nos referimos, el que trae a la memoria aquel día fatídico en que se hizo realidad el pedido de muchos pobrecitos: el de el asalto y la toma, por la fuerza y por las armas, de las riendas en este país de pobrecitos. Entonces tenemos, y he aquí la paradoja, que en el mismo tirón de festejos, descansamos y vacacionamos gracias a la muerte de 30.001 personas que, en distintos tiempos, de unas y otras formas, parecidas y tan distintas... pensaban diferente a los poderosos de turno.
Lic. Gius licgius@gmail.com